lunes, 19 de noviembre de 2018

CAMBIO CLIMÁTICO Y CERVEZA


El pasado octubre la revista Nature publicó un artículo titulado "Decreases in global beer supply due to extreme drought and heat" (Disminuye el suministro mundial de cerveza debido a la extrema sequía y al calor), los autores son economistas y la proyección mediática ha sido enorme, siendo esta repercusión acrítica o tendenciosa la que me mueve a escribir esta líneas.


Es llamativo que mientras los climatólogos no se atreven a predecir  el tiempo  más allá de unos días o semanas y los economistas no se enteraron que venía la actual crisis, lleguen unos economistas prediciendo en base al cambio climático.

Cerveza + Cambio Climático no es una combinación inocente. Esta fórmula es igual a ayudas públicas y repercusión mediática si añadimos también una  universidad del UK  con una China  y la revista Nature.

Se han realizado todo tipo de estudios similares sin esta repercusión, con bienes de primerísima necesidad como el trigo o el arroz,  y no han tenido igual impacto en los medios. Los mismos autores comentan en su trabajo que comparado con otros bienes la cerveza es un consumo de lujo: "Si bien los efectos sobre la cerveza pueden parecer intrascendentes en comparación con muchos de los otros impactos del cambio climático, algunos de ellos potencialmente mortales, todavía hay algo fundamental en la apreciación intercultural de la cerveza"  Y terminan sus conclusiones con una llamativa expresión : "the climate impacts on beer consumption will add insult to injury".

Lo curioso es que la última frase no es una predicción sino el eco en los medios.  La birra es lo suficiente  popular  para que sea un alarmismo digerible,  forte ma non troppo, perfecta para ser una noticia de relevancia.
"El cambio climático amenaza a la cerveza" (El Mundo)
"El cambio climático amenaza con disparar el precio de la cerveza" (El Periódico)
"El cambio climático reducirá la producción de cerveza" (Levante)
"La cerveza, amenazada por el cambio climático" (El País)
Estos titulares son extraídos como los primeros que aparecen en la búsqueda de la noticia en Google. Resulta curioso que el titular de los dos periódicos de más referencia en este país sean prácticamente iguales (varía la posición de las palabras) y los más alarmantes: amenaza a la cerveza.
"El Periódico" usa el mismo calificativo pero lo suaviza al concretar que se refiere al precio, mientras que  "Levante" se limita a referirse a la producción.
Estos estudios relacionados con el cambio climático independiente de su calidad científica, son distantes de la ciencia física formal que modela el futuro del clima, son meramente estudios de economía, lo cual implica que las predicciones sean meramente especulativas  y puedan parecer bastantes subjetivas.

Es curioso como siempre la economía predictiva parece renacer de sus cenizas con cada glorioso fracaso. Y si de éxito se trata será de la especulativa pues las cerveceras estarán ya preparándose para una subida de precios justificada, ya que el ciudadano lo admitirá con resignación de culpabilidad por haber contribuido al calentamiento global.

Centrándonos en el método científico y su repercusión mediática. Parece como si últimamente  hubiese premio cuando se busca una correlación entre un parámetro físico y otro social (o económico); no digo que este sea el caso,  pero algunas han sido calificadas como correlaciones absurdas.



Hay  una clara relación entre la cerveza y el CO2 : la espuma.


Dejemos de lado el contenido del estudio económico y hablemos de la cerveza desde el aspectos dejados de lado por los autores como el histórico y agronómico.

La cerveza  es tratada hoy día como bebida recreativa, pero no siempre fue así. Sería un desprecio olvidar que aparece como un alimento fundamental  antes que el  vino.
La cerveza está en el origen de la civilización, es conocido como se pagaba con cerveza a los trabajadores en el antiguo Egipto. Pan y cerveza están íntimamente relacionados, parece ser que la cerveza pudo aparecer de forma casual al dejar en remojo pan pues la levadura que produce a ambos es la misma y la formula también, salvo el final, cocer y dejar en remojo.
En todo caso la cerveza de cebada requiere de una cierta cocción previo del grano para que los azucares puedan fermentar. Pero la cerveza se ha hecho con trigo, centeno e incluso avena, la preferencia por la cebada podría entenderse que fue porque no es panificable directamente como el trigo, este proceso previo para el fermentado de la cebada es el malteado.
Lo que entendemos hoy por cerveza incluye lúpulo y diferentes grados de tostado de la malta para darle cuerpo y aroma. En Pilsen (actualmente República Checa) se obtuvo una fermentación lenta, en frío que es la propia de "las rubias" actuales que degustamos como tipo "pilsen". La negra que se suele consumir "del tiempo" en las islas británicas, tiene un tostado de la malta mayor y más cantidad de ésta para hacerla más fuerte y alcohólica.
Pero la cerveza moderna no apareció hasta la Edad Moderna, durante la Edad Media se hablaba de cerveza de monasterio y de una birra o cerveza popular que se podía hacer con cualquier cereal.
La palabra cerveza deriva de cereal y ésta de la diosa de la agricultura romana Ceres. En español y portugués ha permanecido como nombre de la bebida, mientras que en otros países ha sido el nombre de la birra popular lo que ha transcendido.
Si admitimos que el pan es un alimento fundamental, y requiere de trigo de calidad; la cebada resulta un cultivo complementario. No obstante actualmente es el cuarto cereal más cultivado después del trigo, maíz y arroz; y el primero en España.
Volviendo a los orígenes de su cultivo,  en el antiguo Egipto este  cultivo debió dárseles mejor que el trigo, se adaptaba perfectamente a las condiciones del Nilo.
o   Calor: Las crecidas del Nilo se producían en verano y ya hemos comentado que la cebada se cultiva mejor que el trigo con clima cálido y seco.
o   Inundación temporal: La cebada curiosamente requiere mucha agua al principio del crecimiento y soporta mejor la inundación  que el trigo en el momento de la germinación y primer desarrollo, cuando los campos se regaban por inundación a orillas del Nilo.
o   Salinidad: La cebada soporta más la salinidad que el trigo y esta ventaja debió ser importante en los campos del Delta en donde la salinidad seria considerable.
Repito: calor, inundación temporal y salinidad. Parece un escenario catastrófico del cambio climático.
El artículo  lo he leído por encima,  como es normal es un tratamiento de datos  bastante tedioso basado en los modelos de cambio climático, consumo y especialmente la producción de cebada en el mundo, por lo que no entra en la agronomía del cultivo de la cebada:
"Nuestros resultados reflejan los impactos de eventos extremos como si hubieran ocurrido en el presente. No evaluamos el efecto de los cambios futuros en la agricultura de cebada, (...) ". (Wei Xie, Wei Xiong, Jie Pan, y otros . 2018)

Dudo que se introduzcan estas variables en otros estudios pues aunque lo mejoran, no lo hacen de forma ventajosa, no solo porque incrementa el número de variables y datos,  simplemente porque, al menos,  en apariencia introducen más incertidumbre. El estudio usa en lo que se refiere al cultivo de cebada "datos ciertos"  que tienen la ventaja de no ser discutibles desde el punto de vista formal, mientras que la certidumbre de la proyección a largo plazo es otra cosa.
Diría que estos estudios solo pueden ser criticados en el método, que en este caso debe ser impecable. Así, paradójicamente, a pesar de aparentar ser predicciones no están hechos para que se lean dentro de unas décadas.  Cuentan con la ventaja que no es un estudio de campo sino de gabinete, si el pronóstico falla, la culpa estará en los datos de otros.

De todas formas, al ciudadano lo que le interesa es el contenido y no la forma.  Y en esto hay algunas objeciones que no están en  el estudio,  sino en lo que ha trascendido a los medios.
Ciertamente las miles de personas que se han creado una idea al respecto no leerán el artículo de la revista Nature;  más aún, no pasarán de los titulares de prensa escrita y medios audiovisuales.
Si repasamos los estudios agronómicos de este cultivo nos encontramos que la cebada es un cultivo de referencia en cuanto a la tolerancia a la salinidad que prefiere climas más cálidos que el trigo y suelos más secos. De hecho es considerado uno de los cultivos más tolerantes a la salinidad (Maas y Hoffman, 1977), Precisamente la salinización es uno de los mayores problemas mundiales actuales de los suelos de clima seco.  En este sentido hay estudios que podrán ver en la red, que pronostican un aumento del cultivo de cebada en España como alternativa a otros actuales por esta tolerancia a la salinidad, una cualidad  que además se está mejorando genéticamente.

Referencias:
Wei Xie, Wei Xiong, Jie Pan, y otros en Nature Plants volume 4, pages 964–973 (2018)
Maas, E.V., and Hoffman, G.J. 1977. Crop salt tolerance. Current Assesment. J. Irrig. Div ASCE 103(IR2): 115- 134


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