Oiga
¿cuál es el tema universal? Ese del que habla usted en el ascensor cuando
coincide con el vecino o en la oficina al saludar a los compañeros de trabajo.
Si piensa que puede ser el fútbol, será
en España.
Ya
sea por educación o verdadero interés, es el tiempo. Siempre está presente en
toda conversación cortés desde Algeciras
a Tokyo, de Ciudad del Cabo a Estocolmo. Es el tema universal.
En
realidad, últimamente, no es tanto el tiempo tan variable estacionalmente; como
el clima, considerado poco menos que fijo e inmutable. Es una revolución copernicana. Como tema de
conversación, es la leche, puede relacionarse con todo. Antes era la duda de no saber que ponerte, de
si coger o no el paraguas; ahora es la angustia de no saber… qué pasará.
Esta
es mi manera de introducirles en el
próximo Congreso Internacional de Cambio Climático, que se celebrará en mi
tierra, en Huelva. Entren aquí.