Se puede leer el paisaje y el
buen observador lee también en los árboles, esto es válido tanto en el campo como en las áreas
urbanas. En origen, el arbolado urbano aparece de forma espontánea como una
extensión del área rural; no obstante, el arbolado con su sombra, forma y color
puede ser superfluo dentro del modelo urbano actual cuando el bienestar nos lo
proporciona la tecnología; así, para nuestra sociedad en la que impera la
perspectiva utilitaria de la naturaleza, el ser vivo -árbol- acaba no siendo
más que otro elemento del mobiliario urbano. No podemos dejar que esto ocurra, como ya lo he
comentado en otra entrada, los espacios
verdes están ligados a la educación en valores ambientales y cívicos fundamentales;
y cuando esto falla, es un proceso que se retroalimenta de la escasa
sensibilidad que tenemos hacía estas áreas verdes y especialmente a estos seres
vivos.
Parque Moret en Huelva |
El
medio urbano es hostil para un ser vivo adaptado a la constancia y cambios estaciónales
predecibles, el árbol en la ciudad está abocado a una vida corta. Aún así es
posible gestionar bien el arbolado
urbano, pudiendo ser elementos constantes en un mundo urbano cambiante,
alcanzando edades considerables, convirtiéndose así en una valiosa enseñanza social
que se transmite entre generaciones dentro de un modelo de convivencia. Cuando
esto ocurre, el árbol se convierte en un símbolo de respeto a la vida y al bien
común o público; incluso puede llegar a ser un símbolo en la historia de un pueblo, hasta convertirse en un
Tótem como el árbol de Guernica.
Un ejemplar milenario de cerezo de Japón (Fuente: Nippon.com). Observen los apoyos de las ramas. |
En
las próximas líneas voy a mostrarles algunos detalles de la mala planificación
y mantenimiento del arbolado. No voy a ir muy lejos a buscar ejemplos, estos
errores son comunes, esta mala jardinería es extensible a cualquier localidad
del sur. Remarco que el estado del
arbolado no forma parte sin más del paisaje urbano, como un efecto climático,
es una consecuencia muy significativa de los valores de una sociedad, pongan a prueba mi planteamiento cuando
viajen.
Separadamente,
los errores que les presentó no tienen gran importancia, es la reiteración que
transmite una desagradable sensación; justo lo contrario que lo que se pretende,
que es dar bienestar al hábitat urbano.
No
pretendo ser exhaustivo, realizaré una especial crítica a los errores más
difíciles de corregir que derivan de una mala planificación y elección de la
especie. También mostraré los debidos a
deficiencias en el mantenimiento y especialmente los derivados de la poda.
Es
muy frecuente encontrar árboles mal podados, con un defecto común de podas forzadas
y desatentas.
Pensemos
en ejemplares jóvenes que están formando su copa, lo que se hace es eliminar algunas
de las ramas de la cruz que estorban a criterio del podador. Frecuentemente esta corta se hace tarde, por
lo que el corte va a tener grandes
dimensiones, junto a un mal ajuste al tronco va a producir defectos futuros
como formación de feos engrosamientos
por crecimientos de brotes adventicios o que el callo de cicatrización no
llegue a cerrar y se produzca una pudrición del tronco. Al menos esta poda genera
una peligro de rotura por la discontinuidad mecánica que produce, un problema que después
de divulgarse el CODIT del profesor Shigo
y recientes casos de accidentes por caídas de ramas no deja de
mencionarse por expertos; sin embargo, la realidad es bien distinta pues parece
que los que deberían de comprender este asunto -los jardineros- siguen
practicando las podas con criterios erróneos.
En
las podas excesivas se encuentran gran cantidad de los males del arbolado. La
ya comentada brotación de yemas durmientes, que aparecen muchos años tras el
corte, tendrá una inserción más superficial y por tanto menos sólida que la
inserción de una rama nacida al mismo tiempo que su rama portadora, si ésta nueva rama se ancla sobre tejido en
pudrición, se incrementa notablemente el
riesgo de rotura.
Rama insertada en un corte. |
En todo caso la poda excesiva produce un desequilibrio en el árbol con reacciones alarmantes que muchas veces se confunden con un exceso de vigor, cuando es una puesta en marcha de las reservas que puede debilitar al árbol y hacerlo susceptibles de todo tipo de daños. Lo más típico es la activación de brotes epicórmicos en tronco que, a pesar de no contar con la debilidad de la discontinuidad de la compartimentación (corte) pueden generarse sin solape de fibras y por tanto, con anclaje débil. Estos brotes - por las reiteraciones podas posteriores para eliminarlos- pueden producir engrosamientos antiestéticos.
Los
cortes, que el árbol no puede cerrar en una temporada son frecuentemente
atacados por hongos que pueden pudrir en
principio la madera muerta o tal vez atacar la parte viva del árbol formando
cancros. Debilitando y tal vez produciendo la caída de ramas o el mismo árbol.
Especial
atención merece la regresión de la copa. Este es un síntoma completamente
natural de la vejez que termina con el total decaimiento y muerte. Ahora bien,
en situaciones de estrés se dan estos síntomas en árboles jóvenes, en los que
hay que actuar si se identifica la causa, pues puede ser reversible; además, así se evita el riesgo de
rotura y accidentes asociados. Para evitar graves desastres los jardineros
deben de saber identificar prontamente los síntomas y causas más importantes,
pues en los árboles los más graves síntomas pueden diferir hasta varios años
después de las causas, dado que el árbol sobrevive gracias a las reservas.
En cuanto a la cualificación necesaria para podar,
distinguiría 3 niveles de menor a mayor formación técnica y dedicación:
1º Poda básica. Todos los jardineros deberían de llegar a
este nivel. Se trata de conocer
básicamente que ramas cortar para formar la estructura del árbol y
realizar los cortes de la forma adecuada.
No voy a entrar en los detalles de cómo debe de hacerse (lo verán
fácilmente en la red) especialmente la
forma correcta de cortar las ramas. La
intensidad y grosor de las ramas viene desgraciadamente determinado muchas
veces por el escaso tiempo que se dedica al mantenimiento del arbolado y ello
lleva a hacer demasiado a la vez: cortes grandes y afectando a demasiado verde.
2º Poda ajustada. La diferencia entre el nivel
anterior y este no es tanto el conocimiento de las técnicas, sino el tiempo
necesario. En realidad la poda anterior solo afecta a la estructura del árbol
para árboles jóvenes, luego las podas son de mantenimiento. Estas podas deben
ser continuadas en el tiempo (cada año) básicamente
es una limpieza y selección de las ramas
que estorban. Esta labor consigue mejorar el aspecto estético del árbol, pero
igualmente su estado de salud.
3º Poda excelente. La excelencia
no es algo que deba perseguirse en la
jardinería pública, resultaría excesivo. Sin embargo, la atención continuada
sobre el arbolado a este respecto no supone unos costes muy elevados en cuanto horas de trabajo si se compara con el
tiempo que se dedica muchas veces a cortar y mantener setos y céspedes que no
cumplen una función tan importante. No es tanto una cuestión de costes como de
prioridades, en Versalles se cortan setos con una guía láser, en algunos
jardines se recortan formas complicadas en los setos de boj. Todo esto es algo
que excede a lo que venimos aquí a traer, que es simplemente tener árboles
sanos y bonitos. Debe de tenerse en cuenta que un árbol joven puede
desgraciarse por una mala poda, pero árboles viejos bien formados, bellos y
venerables requieren de una atención especial
pues tienen sus achaques, y el jardinero debe de tratarlos con esmero,
en eso que algunos llaman "cirugía arbórea".
Poda drástica en ficus junto a la entrada de urgencias del Hospital |
Quiero ahora dejar una reflexión sobre estos grandes árboles. Hace unos pocos años se dieron algunos casos de accidentes por caída de árboles o ramas de gran tamaño, en particular ocurrió con algún gran ficus, por ser estos ejemplares algunos de los árboles de mayores dimensiones del medio urbano. Como si fuese algo novedoso, se extendió el miedo a la rotura, especialmente del Ficus macrophylla de tronco con grandes contrafuertes y raíces adventicias (columnares que salen de las ramas). En primer lugar los accidentes más graves se han debido a la pudrición del tronco, por lo que una inspección podría haber evitado el accidente. Por otro lado este ficus pertenece al grupo de las llamadas "higueras estranguladoras", árboles que crecen frecuentemente en su medio natural sobre otros y alcanzan el suelo gracias a la emisión de raíces aéreas, las mismas que aseguran el apoyo de las grandes ramas horizontales; por tanto, o se permite la formación de estas o las gruesas ramas horizontales pueden quedar faltas de apoyo. En definitiva, veo como se han realizado podas como medida preventivas de accidentes, precisamente por la falta de de previsión en el uso y mantenimiento de esta especie; pues un adecuado manejo evitaría -dentro de lo razonable- los riesgos. Las actuales medidas no son en absoluto adecuadas dentro de la jardinería urbana, al contrario, estas podas preventivas serán seguro la semilla para problemas futuros, de pudrición y rotura, por lo demás, siento decir que estos árboles no volverán a ser los gigantes majestuosos que fueron.
Estos ficus del Paseo de Andalucía de Vélez-Málaga (son 4 en total)
presentan desde hace años un decaimiento.
A la entrada podemos ver dos árboles que antes cubrían todo el espacio, ahora enfermos con la copa clareada , especialmente el árbol de al izquierda.
A la entrada podemos ver dos árboles que antes cubrían todo el espacio, ahora enfermos con la copa clareada , especialmente el árbol de al izquierda.
Este árbol está muy enfermo, antes tenía un porte parecido al anterior. Pueden ver un enrome corte, imaginen si esa rama hubiese caído. |
Ahora, demos un
paseo por el ajardinamiento urbano más cercano.
Como
ocurrió en su día en la Isla de la Cartuja en la Expo de Sevilla o hace poco en
el Campus del Carmen de la Universidad
de Huelva resulta demasiado frecuente ver como la plantación de árboles en
nuestra ciudad se ha realizado sin criterio, la distribución del arbolado con
respecto al espacio y los elementos circundantes es desafortunada -por no decir
otra cosa-. Igualmente la elección de la especie, como si se hubiese traído del
vivero lo primero que se encontró.
Me acerco al Campus del Carmen y
comenzamos analizando esta pequeña parcela. Es una muestra de todas las que hay
por aquí.
En
una primera impresión vemos en esta parcela triangular más de una decena de jóvenes
árboles en no muy bien estado que alcanzarían portes naturales muy diferentes.
La primera crítica es que se han plantado demasiados árboles y su distribución
es confusa, la siguiente es el escaso mantenimiento. En relación con este
aspecto tan común, la presencia de césped que aparentemente lo llena todo,
siendo precisos es un herbazal, que tiene poca utilidad en una parcelita como
esta, pues no llega a ser una pradera.
Esta
es mi primera crítica, tantos herbazales por doquier en ajardinamientos
públicos que tienen la contradicción de un mantenimiento continuado aunque solo
sea por su corta; tiempo de trabajos
que, sin embargo, se resta al arbolado. La paradoja es que se mantiene un
herbazal que tiene como única virtud evitar la aparición de hierba, pues no veo otra, ya que no puede disfrutarse como césped pues no lo
es, ni como pradera pues no es un espacio para hacer deporte o tumbarse al sol.
Algunos dirán que en el árido sur se agradece ver verde, pero ¿no sería mejor
que fuesen los árboles los que cubrieran con su sombra este espacio? Además,
hay otras alternativas más adecuadas en nuestro clima, menos exigentes en
riegos y mantenimientos como macizos de arbustos o matas, ya sean la típicas
aromáticas mediterráneas (lavandas,
romeros, santolina, mirtos, teucrium fruticans, Phlomis sp, etc.) y arbustos
mediterráneos formados por poda como madroño, Atriplex halimus, lentisco o Lonicera
implexa; similares de follaje bonito como juniperus rastreros o floración
vistosa como gazania, Plumbago capensis, argyranthemum, Felicia amelloides, pelargonium, geranium, Drosanthemum etc.
Tambien formando rocallas como las
adenium, sedum, sempervivum, chamaerops,
aloe, yucca, Phormium tenax, Cordyline australis, Dasylirion serratifolium, Phoenix
roebelenii, Portulacaria afra, Echeveria, Echium candicans, Strelitzia reginae, cactaceas y un largo
etcétera.
Vayamos
al arbolado. El árbol dominante o
principal por estar más centrado es un
tilo (T) que se encuentra entre dos arces negundos extremos (NA) y un fresno (F) junto a las adelfas (A). Estos 4 árboles tendrán portes, tamaños y cumplirán finalidades similares, son
caducos de copa amplia adecuados como
árbol de sombra, especialmente el tilo.
El resto de la plantación está en
disonancia, haya un falso pimentero (FP)
a la derecha que invade con sus ramas lloronas la acera y unos cuantos brachichitos (B) que no conjugan
bien con los caducos por falta de espacio pues requieren mucha luz y
su porte alto piramidal contrasta de mala manera con los
caducos. También hay en el centro unos brotes de Hibiscus .
Este ajardinamiento parece reciente, la planta no parece de mucha calidad, quizá
estuviese mucho tiempo en contenedor a juzgar por el engrosamiento del cuello
de la raíz. Desde entonces no han tenido una poda esmerada, puede verse en el
arce en primer plano como hay un feo engrosamiento producido por callos de
cicatrización grandes.
Las plantas menos exigentes de
humedad parecen estar sufriendo mucho, tal vez por exceso de compactación del
suelo, los brachichitos y el falso pimentero están en un lamentable estado.
Ahora vemos el conjunto desde una
perspectiva opuesta a la anterior. El arce en primer plano como los otros dos
que se encuentran en la parcela de la derecha muestran la deficiente poda. Desde esta perspectiva el fresno parece
más centrado, pero como vimos está
pegado a las adelfas por lo que carece de espacio suficiente.
Los falsos pimenteros junto a la
acera dificultarán el caminar de los peatones al ser árboles llorones
Este falso pimentero tiene un
porte de sombrilla por la eliminación de las ramillas por debajo como sucede cuando los animales se ramonean por
animales intensamente, como los árboles de la sabana, de lo contrario sus
ramas suelen llegar casi al suelo y pueden resultar molestas junto a una zona
de paso. El grupo de yucas resaltaría más si estuviesen pegadas, aun más con un
elemento adicional para formar una rocalla y de esa forma se evita la
dificultad de tener que recortar el
césped entre los pies. Lo mismo se puede decir de los aparentes arbustos de la izquierda que no dicen
nada separados sobre el césped y dificultan la corta. En
realidad se tratan de dos naranjos y un fresno, que no casan bien por la
diferencia de porte y necesidad de espacio del segundo.
Ahora apreciamos los pequeños
naranjos y el fresno, el primero de los cítricos está sombreado por el falso
pimentero, el segundo por el arce. La sombra es incompatible con estos árboles.
Observen los dos arces. No se les
está formando debidamente, y
algunos brotes chupones salen a una altura baja en donde no pueden formarse
ramas pues obviamente el fuste de estos
árboles debe subirse más. Algún año se cortarán estos brotes con un grosor tan grande
que ocasionara al árbol gran perturbación y problemas posteriores no solamente
estéticos.
En Huelva el arce negundo no se
da tan mal como aquí se presenta. En esta imagen se observan unos cuantos
arbolillos. El primero a la izquierda tenía como el que está junto a la farola
una horquilla muy baja para mantenerse como cruz, no ha habido igual criterio,
al primero se le ha eliminado un brazo mientras que el segundo se ha recortado
dejando un feo "tirachinas". El árbol entre estos está como se
aprecia con la madera expuesta y lamentable estado. El más grueso al fondo
tiene la salida opuesta de las ramas formando un poco estético tridente que no
se conservará pues es una salida para la copa muy baja. En la base
hay un engrosamiento formado
por chupones, la brotación en el tronco
puede responder a un exceso de poda,
pero si no se cortan convenientemente
vuelve a brotar de la misma zona y se forman estas antiestéticas formas.
Este sauce tiene una gran rama
patente -casi horizontal- debería
haberse evitado su desarrollo, y algunas
rotas en la parte superior de la copa
que pueden llevar allí mucho tiempo. La estructura del árbol es fea a consecuencia de la falta de buena
distribución de las ramas a la salida del tronco, incuso tiene un feo
engrosamiento en la salida de la rama primaria derecha debido a un enorme callo
de cicatrización antiguo por un exceso de poda.
Nuevamente encontramos escasa
coherencia entre estos árboles, brachichitos, ciprés, paraiso (Melia azedarach)...
incluso una pequeña palmera datilera que puede resultar molesta con sus hojas
pinchudas.
La inclinación de estos naranjos
produce una angustiosa sensación de
desequilibrio.
Nuevamente desequilibrio. |
Un hierro torcido parece poder
agredirnos en la acera justo detrás de la papelera rota.
En realidad se trata de un cartel
que nos informa que el graffiti de la fachada es la diosa Atenea (diosa de la
sabiduría). El cartel no se realizó para
que se viese de perfil, pero esta visión es la normal del paseante y debería de
ser tenida en cuenta. A veces ciertos detalles también pueden causar agresión.
El ajardinamiento
que vemos es muy simple, una pradera. Los céspedes son muy difíciles de
mantener en el sur y requieren de
preservación pues el pisoteo o las deyecciones de los perros lo
arruinan, por eso ha de entenderse que
espacios como éste tienen la función de poder pisarse, pero el hecho en si
tiene que tener sentido pues el recortar esta pradera y el agua que requiere no
puede ser simplemente para que se pise. Esta pradera no atrae al disfrute de
tumbarse o jugar, por lo que no tiene mucho sentido, quizás lo que le falte sea
algo de sombra para esta latitud tan cálida y recogimiento a falta de más
espacio, demasiado cerca de edificios, aceras o coches.
Esta fabiola (Ficus elastica) ha
sufrido una poda excesiva, nuevamente por hacerse tarde. Estos últimos parecen
haber entrado junto al ficus y destrozado la hierba, quizás los jardineros para
retirar los restos de la poda.
Algunos árboles son elegidos por su rápido
crecimiento, esto puede ser favorable en
principio luego viene la falta de espacio y corta vida del arbolado. En este
caso se plantaron en sus alcorques álamos blancos y ahora levantan el pavimento.
Un olmo en la acera |
Un arce negundo |
Otra problemática
del álamo, es incompatible con la pradera.
Estas catalpas acaban de ser
podadas. Los trozos que quedan de las ramas emitirán nuevos brotes que tendrán
una salida en un punto de ruptura de las fibras, una zona de debilidad
mecánica. Se debería haber ajustado al tronco estos cortes y haberse realizado
antes que las ramas adquirieran tanto grosor.
Estos olmos se plantaron
demasiado cerca de la acera.
El alcorque se quedó pequeño. El
olmo del primer plano tiene una feas brotaciones epicórmicas. Ya se ha
explicado por qué ocurre esto y sus consecuencias, Primero se cortó un rama gruesa a la que se
le dejó un trozo, ahora brotan estos chupones que formarán un engrosamiento
feo. Si una de estas ramas se dejara crecer y engordar tendríamos en el futuro
un riesgo de rotura grave, si no es que se pudre el tronco y entonces el riesgo
de rotura es del árbol entero. Todo por no cortar debidamente una rama.
En la copa de este olmo
se ha puesto una caja nido adecuada para pequeñas aves insectívoras como el
carbonero o herrerillo. Advertirán que
el lugar no parece el más adecuado,
salvo que su función sea mostrarlo.
Caja nido, destinada a los pájaros o
para ser observada. Otro "buzón" nido en la
misma acera
Naranjo amargo. Este árbol está en muy mal estado y las ramas
que naturalmente tienen más vigor, las
que cerca del ápice de la copa suben hacia arriba, han sido cortadas. Si el
árbol tuviese suficiente vigor brotaría con chupones, que luego se cortarían tardíamente y debilitarían al árbol, en caso que el árbol no responda así
significará que está en las últimas. En
la siguiente foto se pueden ver como no es el único, nos queda la duda de que
haya secado las puntas, entonces los árboles tendría un grave problema
sanitario. Lo más probable sea una combinación de abandono y malas prácticas,
no se observa riego automatizado y probablemente
el suelo arcilloso del lugar esté muy compactado.
Salimos del campus a los alrededores.
Una calle de Huelva problemática
para el peatón. La acera es ancha y sin
embargo no hay casi espacio para circular.
¿Una forma interesante u horrible? |
La tipuanas deben de podarse anualmente pues sus ramas pueden
alargarse mucho e ir en cualquier dirección.
Estas con forma inusualmente retorcidas debido a podas realizadas sin criterio.
A diferencia de las tipuanas, los
almeces de forma natural tiene una copa
muy ordenada. Por esto no se entiende la poda de este ejemplar. Demasiado tarde
fue cuando se pensó que a este almez le sobraban tantas ramas. Ahora parecerá más que nunca una pata de elefante.
Paseo con tipuanas en la Avenida
de Andalucía con la conocida poda
retorcida. No se buscó una finalidad
estética pero cuando el árbol ya crecido cumple su función puede que estas
formas resulten interesantes para el paseante.